mi nueva novia de siempre

Estamos solos,
tú desierta y yo
incendiando tu falda.

Contigo quiero todo
y nada de nada
llena de descensos
y poetas en crisis,
rockeros de oficina
y bailarinas ebrias.

Acá me quedo,
me deprimo en confianza
y bajoneo a placer en tus precipicios.

Voy a comer tus montañas y
follar tus esquinas,
tu cuerpo alargado
ahora si Quito, te hago mía.

Me sacudo de perros
miedos
y fantasmas.

Ella creció y por fin murió
y yo vuelvo a nacer de un grito.

Comentarios

Lara ha dicho que…
que hermoso poema...
saludos desde el salvador!
zeta ha dicho que…
broder.. es bacán leerte... saludos

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